La gran mayoría de los animalitos que encontramos en este grupo transcurren una transformación durante su desarrollo. En su etapa juvenil son acuáticos, la forma de su cuerpo semejando a la de un pez y respirando por medio de branquias. Durante la transformación o metamorfosis las aletas se desarrollan en patas, la cola desaparece, y la respiración se vuelve pulmonar. Sufriendo aun más cambios internos no tan fáciles de apreciar a simple vista. Encontramos a las ranas y los sapos en prácticamente todo el mundo. Sólo se ausentan de las regiones árticas y los desiertos más áridos. Algunas especies viven la mayor parte de su vida adulta en el agua, mientras que otras son estrictamente terrestres.
A todos los miembros de este grupo se les llaman ranas, pero es práctica común usar este nombre en aquellos que tienen la piel húmeda y lisa. Las ranas tienen un cuerpo delgado, son bien ágiles y excelente saltadoras. Los sapos tienen la piel seca y de aspecto áspero. También son de cuerpo ancho y no dan la apariencia de ser tan ágiles, aunque muchos de ellos sí pueden dar su saltico.Se estiman unas 3800 especies de ranas y sapos viviendo en el mundo hoy en día. De éstas, la más pequeña apenas logra los 10 mm de longitud, mientras que la más grande sobrepasa los 30 cm, llegando a pesar más de 3 kg.
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